Botika pone en marcha una Escuela Neurocognitiva para dar respuesta al reto del envejecimiento saludable en las zonas rurales

El proyecto, que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Casares, la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y empresas privadas como Hanson, Urbaser o Finca Cortesín, pretende mejorar la calidad de vida de las personas mayores o con diversidad funcional.

La asociación Botika, que lleva más de 15 años desarrollando terapias de estimulación cognitiva y seis con su Escuela de Memoria en Casares, se ha reinventado para convertirse en una Escuela Neurocognitiva, un proyecto que persigue dar respuesta al reto del envejecimiento saludable en las zonas rurales, donde no existen recursos especializados y adaptados para atender a una esperanza de vida cada vez más longeva.

El proyecto, que ya ha comenzado a funcionar en el edificio municipal de calle Camachas en Casares, ha sido presentado esta mañana por la presidenta de Botika, María Valádez. El acto ha contado con la presencia de Pepe Carrasco, alcalde de Casares, Rocío Ruiz, concejal de Derechos Sociales, Juan Luis Villalón, delegado de RSU en la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y Joaquín Berja, representante de Hanson, una de las empresas patrocinadoras del proyecto.

La escuela atiende a personas con enfermedades neurodegenerativas, neurológicas y psicoemocionales derivadas de la edad avanza y también a otros usuarios más jóvenes que presentan diversidad funcional o psicopatología del adulto.

“Pretendemos que mejore la calidad de vida de las personas mayores y personas con necesidades específicas fomentando el envejecimiento activo y previniendo la discapacidad y la dependencia a través de una serie de programas que rehabilitan, restauran, adaptan y estimulan a nuestros usuarios cognitiva y físicamente para  conseguir el mayor grado de autonomía el máximo tiempo posible. Además,  proporcionamos un respiro al cuidado familiar y un apoyo psicoemocional y formativo a las familias que se ven en esa tarea que, en zonas rurales, sigue muy centralizada en el núcleo doméstico”, ha explicado la presidenta de Botika.

El proyecto cuenta con financiación del Ayuntamiento de Casares y el patrocinio de otras entidades como la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y empresas privadas como Hanson, Urbaser o Finca Cortesín que aportan recursos económicos a través de diferentes convenios de colaboración. Además, Botika recauda fondos a través de acciones solidarias como la venta de calendarios.

En este sentido, el alcalde de Casares ha agradecido la labor social que viene realizando Botika en el municipio durante todos estos años y ha destacado el compromiso del Ayuntamiento para seguir apoyando este proyecto. “Continuaremos respaldando estas iniciativas que mejoran la calidad de vida de nuestros mayores, un colectivo al que le debemos un especial respeto y que merece toda nuestra atención. Seguiremos aportando todos los recursos necesarios para esta que Escuela Neurocognitiva brinde a los mayores el mejor de los cuidados”, ha comentado.

Por otro lado, el delegado de RSU en la Mancomunidad ha explicado los distintos convenios de colaboración con los que esta entidad y Urbaser apoyan a esta escuela. “Queremos agradecer el trabajo de Botika, que da a nuestros mayores una atención profesional y cercana, evitando la soledad y haciéndoles partícipes de la vida cotidiana del pueblo, otorgándoles el importante papel que cumplen en la sociedad y devolviéndoles así, de alguna manera, todo lo que ellos han hecho para que hoy disfrutemos de muchos derechos y comodidades”, ha subrayado Villalón.

El portavoz de Hanson también ha puesto en valor el trabajo que desarrolla esta asociación en el municipio y ha mostrado la satisfacción de la entidad por formar parte de este proyecto. “Para nosotros es muy importante contribuir a mejorar la vida de los pueblos en los que desarrollamos nuestra actividad y la Escuela Neurocognitiva es el mejor lugar para ejercer nuestra Responsabilidad Social Corporativa, ya que, da respuesta a las carencias en materia de atención y cuidados que sufren las zonas rurales como Casares”, ha indicado Berja.

La nueva Escuela Neurocognitiva persigue objetivos concretos en materia de salud como proporcionar una atención de calidad que fomente el envejecimiento activo y saludable, prevenir la discapacidad y la dependencia en personas mayores o con necesidades específicas en zonas rurales donde no llegan recursos en esta materia y proporcionar atención para el mantenimiento, rehabilitación, adaptación y compensación de las capacidades cognitivas y funcionales dañadas por enfermedades neurodegenerativas, daño cerebral, diversidad funcional o psicopatología del adulto.

A esto se suman otros retos sociales como apoyar el cuidado familiar proporcionando no sólo una unidad de respiro sino también apoyo psicoemocional y formativo en materia de atención especializada, desarrollar estrategias que fomenten la igualdad de género frente al cuidado y la enfermedad, integrar el cuidado en la vida de la comunidad a través de programas de interacción e intergeneracionales y fomentar  la inclusión social a través de actividades de sensibilización, campañas de visibilización y actividades de intercambio.