El hallazgo ha sido presentado esta mañana y está enmarcado en el proyecto de rehabilitación del edificio conventual que realiza el Obispado de Málaga con el apoyo del Ayuntamiento.
Los trabajos de rehabilitación y puesta en valor del antiguo Convento de la Encarnación de Casares han dejado el descubrimiento de una Cripta de grandes dimensiones oculta en la zona subterránea del edificio, donde también se han hallado fosas de enterramiento y osarios con los restos óseos de algunos de los frailes de la Comunidad Capuchina que residía en el municipio sobre el 1.730.
El hallazgo ha sido presentado esta mañana por el alcalde de Casares, Pepe Carrasco, en un acto que ha contado con la presencia
del párroco de la Iglesia de la Encarnación, José Antonio Melgar, el arqueólogo del proyecto, David Astarté, y Benito Trujillano Mena, investigador de la historia local.
Según ha explicado el alcalde, aunque la Cripta era un espacio oculto y sin entrada, en Casares se conocía la existencia de esa zona subterránea dentro de la iglesia. “Yo mismo en mi infancia había entrado por uno de los respiraderos con otros niños del pueblo”, ha comentado.
Carrasco ha destacado el compromiso del Ayuntamiento en la puesta en valor de Iglesia como bien cultural y atractivo turístico del municipio, al tiempo que ha agradecido la disposición del Obispado de Málaga, de la Iglesia de Casares y de todas las personas que trabajan en el proyecto de recuperación de este edificio histórico.
El arqueólogo ha explicado el procedimiento que se ha llevado a cabo durante la excavación arqueológica para el levantamiento de los restos óseos y su posterior estudio. En este sentido, ha detallado que se han hallado un total de ocho fosas y en cinco de ellas además se ha localizado el primer enterramiento por el que fueron utilizadas.
“Se han obtenido todos los datos que nos dan estos óseos y se ha decidido que los enterramientos se queden aquí, en su lugar original. Así que se procederá a su tapado con geotextil y tierra”, ha subrayado.
El párroco, por su parte, ha recordado las distintas intervenciones que se han realizado en la iglesia marcando las líneas principales del plan maestro proyectado para recuperar este edificio conventual convertido ahora en parroquia.
Durante su intervención Melgar ha destacado, además, el “importante valor patrimonial y religioso del convento capuchino y todo lo que significa y significó con la presencia de una comunidad capuchina en Casares en el año 1.730”.
El investigador de la historia local ha realizado un recorrido por la historia y los orígenes de este edificio religioso, recordando que fue fundado en 1.731 como Convento de Capuchinos con la autorización eclesiástica y el beneplácito del Duque de Arcos.
“En la periferia del casco urbano casareño, junto a la Fuente Vieja, comienza la construcción con una arquitectura y distribución típica del último cenobio capuchino construido en Andalucía: portería, iglesia y convento”, ha destacado Trujillano Mena.
Entre otros hechos históricos ha explicado que el Convento Capuchino de Casares colaboró con sustento y bienes en el levantamiento carlista de Andalucía, en el año de 1835, produciéndose simultáneamente la exclaustración de los frailes y la expropiación de bienes y tierras conventuales y la desamortización recogida en el Decreto y Reglamento de venta de los bienes inmuebles del Convento, quedando sólo la Iglesia como única propiedad. “Desaparece un Convento pero deja una huella importante en la Historia de Casares, sobremanera en el aspecto religioso”, ha comentado el investigador.
Los trabajos de rehabilitación de la Cripta, que han contado con la autorización del área de Patrimonio de la Junta de Andalucía, los realiza el Obispado con el apoyo económico de del Ayuntamiento de Casares, dentro del acuerdo para la recuperación del edificio conventual, como parte importante del Patrimonio Cultural del municipio.
Paralelamente a las labores de rehabilitación, se ha formado una comisión histórica, con expertos locales y de la provincia, para la recopilación de la historia del edificio, con el fin de apoyar la puesta en valor del conjunto patrimonial.
Los trabajos de recuperación del edifico conventual comenzaron con la realización por parte del Obispado de las obras de rehabilitación de la fachada y la torre campanario. Unas obras de urgencia a las que se va a dar continuidad, en el marco del acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento con la Diócesis de Málaga, para promover la conservación y mantenimiento de todo el edifico conventual.
Tras la rehabilitación de la cripta, está previsto comenzar el próximo año con la renovación del suelo de la Iglesia, la instalación eléctrica, iluminación y sonido, y la recuperación del patio de La Pastora y de los frescos existentes en los muros interiores.