La Concejalía de Medio Ambiente recuerda la obligatoriedad para los propietarios de edificaciones en zonas rurales de realizar un Plan de Autoprotección
Como cada año con la llegada de la época estival el Ayuntamiento de Casares pone en marcha políticas de prevención de incendios teniendo en cuenta el amplio término municipal y su consideración como zona de peligro de incendio.
Desde la Concejalía de Medio Ambiente se recuerda a los propietarios de edificaciones en zonas rurales la obligatoriedad de realizar un Plan de Autoprotección , según la Ley 5/99 de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales y el reglamento que la desarrolla, Real Decreto 247/2001.
El Plan de Autoprotección es un documento que incluye las medias de seguridad para prevenir que la vivienda y personas que las habitan se vean afectadas en caso de incendios. Se diseñan teniendo en cuenta las características específicas de cada edificación, el tipo de suelo y la vegetación que la rodea, e incluyen la realización de cortafuegos, la eliminación de todo tipo de elementos inflamables y otras medidas, como tener preparadas salidas alternativas para escapar en caso de peligro.
El término municipal de Casares está considerado zona de peligro de incendios por su complicada orografía, por la presencia de fuertes vientos de forma habitual y por la gran masa forestal y de matorral que existe en el mismo.
Las urbanizaciones de la zona de la Costa, así como los núcleos urbanos de Casares y El Secadero tienen completados sus planes de autoprotección. Y aunque ya han sido muchos los propietarios privados de zonas rurales que lo han realizado en los últimos años, todavía quedan por hacerlo un gran número de edificaciones del término municipal.
Desbroce
Desde la Concejalía de Medio Ambiente de Casares se ha editado un folleto en español e inglés con consejos para proteger el interior y exterior de las viviendas, que se puede recoger en dependencias del Ayuntamiento de Casares.
El Ayuntamiento de Casares también se llevan a cabo otras medidas preventivas, como el desbroce de todas las parcelas públicas que rodean los núcleos urbanos para evitar que en caso de fuego este se acerque a las viviendas. Asimismo, se insiste a los propietarios privados en la necesidad de mantener sus fincas limpias y podadas para prevenir daños.