Finaliza la rehabilitación de la Fuente de la Arquita
El proyecto ha significado la puesta en valor y reposición de los frescos que decoraban originalmente esta fuente de 1785, explica el alcalde, Pepe Carrasco, que ha visitado la zona junto a las concejales de Cultura e Infraestructura, Rocio Ruiz y Antonia Pineda.
Desde el Ayuntamiento se ha limpiado la zona y renovado la barandilla de madera del Paseo de la Arquita afectado por el incendio forestal del pasado 1 de octubre. Y se va a seguir trabajando con la mejora del entono, la instalación de biondas para protección de los tramos más peligroso del camino, y la canalización del desagüe de la Fuente.
Los trabajos realizados han consistido en la consolidación y limpieza de las estructuras originales, de la fuente de la Arquita, que fue construida en 1785, así como la recuperación de los frescos originales que decoraban la caseta de la misma.
Un proyecto de rehabilitación que se ha visto deslucido por el incendio producido en la zona a principio de mes. Aunque si bien, los trabajos de poda llevados a cabo para estas obras en el entorno de la fuente han impedido que las llamas se acercaran a la estructura y le produjeran algún daño a la misma.
El alcalde, Pepe Carrasco, ha destacado la importancia de este proyecto ya que va a suponer la recuperación de una fuente muy característica de Casares, y de gran valor histórico y social, ya que ha surtido de agua a los vecinos cuando no había agua corriente en las viviendas del pueblo.
La restauración de esta fuente del siglo XVIII están impulsado por el Ayuntamiento de Casares dentro del proyecto de puesta en valor de las fuentes y abrevaderos del municipio. Los trabajos se han realizado a través de una subvención de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol.
Este proyecto ha tenido un coste de ejecución que ronda los 14.500 euros y ha sido realizados por una constructora especializada en trabajos de restauración, Hermanos Campano, utilizando materiales adecuados.
Además de la puesta en valor de la fuente y su alcubilla (como se llama la casetilla donde se encuentra el vaso que sirve de depósito), los trabajos han supuesto la eliminación de algunos de los elementos añadidos con posterioridad.