En las proximidades del macizo de la Utrera y aprovechando toda la energía que las aguas del Arroyo del Albarrán o Río Manilva proporcionaba a sus maquinarias aparecen una serie de Molinos de agua, de tradición morisca y tracción por agua de enorme interés por sus peculiaridades de construcción y su disponibilidad de mecanismos (hoy fuera de uso) en la molienda de los productos agrícolas de toda esta zona. Dichos molinos fueron concesiones del Duque de Arcos en 1508 y 1512.
En total aparecen ocho construcciones cuyos nombres se conservan: Molino de Arriba o Gorrino; Fábrica de San Pablo, de los Molina o de la Americana; Molino del Gordo; Molino del Madrileño; Molino del Bayo; Molino del Cancón; Molino de la Chica; Molino de Gómez. Molinos
Sus historias individuales son a menudo objeto de controversias entre los vecinos, encerrando en su conjunto una página singular de la historia de Casares.
De dichos molinos, aparecen incluidos en el interior de la zona de la Utrera-Los Baños tres molinos de los cuales uno está habitado (Molino de Cancón), y los restantes en ruinas (Molinos de la Chica y Molino de Gómez).
El Molino de Cancón, es el localizado más alto en el Arroyo de Albarrán. Su aspecto actual respeta escasamente el original, al haber sido transformado en su mayor parte. Mantiene aún el paso de agua y parte del molino.
Por su parte, tanto el Molino de la Chica como el de Gómez presentan sus edificios en ruinas manteniendo sin embargo una buena parte de los elementos característicos de los típicos del siglo XVI, con una doble toma de agua que movían los mecanismos de molienda.